sábado, 3 de noviembre de 2012

Praga es arte..

Praga es arte..
Arte en sus fachadas talladas en la piedra maciza. Arte en sus catedrales escondidas en medio de dos calles, en sus conciertos matutinos junto a las iglesias que pueblan la ciudad.
Es arte cuando paseas y llegan hasta ti las notas de una música que se mezcla con el canto de los pájaros.
Praga suena a piano y acordeón. A notas suaves de violín que llegan a transportarte a tiempos ma
s dulces de principios de siglo.
Músicos callejeros ladrones de sonrisas..
Antes de irme volví a la Plaza vieja, al reloj del Ayuntamiento, y al recuerdo de Fabriccio. Me senté allí, en el mismo lugar y cerré los ojos. Quería despedirme de cada calle, de cada músico, de cada vendedor de marionetas. Mentalmente recorrí cada lugar y cada piedra , como quien hace recuento de lo que lleva en la maleta antes de comenzar un viaje..
Cuando abandoné la ciudad ya anochecía..
Regresé a casa con una mochila cargada de sensaciones nuevas, un cuaderno repleto de pensamientos y la libertad cogida de mi mano..





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